9 autoras hablan sobre sus mejores lecturas del 2019


Ya lo he dicho una vez, dos veces, tres veces, lo digo todos los años: me gustan los TOP 10 mejores lecturas. Me gusta saber lo que lee la gente, me gusta saber lo que ha gustado, los libros que os han marcado, los que no. Me gusta saber cuál ha sido El Mejor Libro del Año en vuestra librería.
Y ya que este año nos hemos animado poco a hablar de nuestras lecturas, porque ahora tenéis más podcasts que blogs, y ya que yo soy un poquitillo cotilla, pues me he decidido a preguntarle a varias autoras sobre sus mejores lecturas del año.

Y esto es lo que me han dicho.


Empieza Maielis González Fernández, escritora e investigadora, y excelente persona. Viene a recomendarnos no uno sino 5 libros. Nos dice:

Ha sido muy difícil hacer un top 5 de mis lecturas preferidas de este año, porque aunque he leído poco, han sido libros excelentes. Así que la nómina va sin jerarquía a pesar de que los vaya a numerar.
  1. Trafalgar de Angélica Gorodischer: todo un clásico de la cf latinoamericana. Angélica es un maestra absoluta de la narrativa. Un space opera que mezcla la más pura peripecia, con el desenfado del lenguaje rosarino y los temas más ontológicos y trascendentales posibles. 
  2. Quema de Ariadna Castellarnau: una novela mosaico que cuenta un post apocalipsis de naturaleza fantástica que por su cercanía nos sobrecoge y aterroriza (sobre esto escribí una reseña para Libros Prohibidos). 
  3. Cosmografía profunda de Laura Ponce: un libro de cuentos escrito con minuciosidad y maestría, en que se disfruta tanto la prosa como los temas que trata y confirman a Laura Ponce como una de las mejores escritoras de cf en castellano (también hay reseña mía en Libros Prohibidos). 
  4. Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enríquez es una deliciosa compilación de relatos de horror fantástico, en los que el miedo, sin embargo, no proviene de lo sobrenatural sino de lo cotidiano. Ni siquiera la academia pone en duda que Enríquez es una de las mejores escritoras de nuestra contemporaneidad y este libro lo confirma. 
  5. El Pornógrafo de Hank T. Cohen es un libro de cuentos que pertenece al género bizarro. Cada uno de ellos estremece, asquea, se te mete en la cabeza y anida ahí para el resto de tu memoria. Está ocurriendo un despertar de la literatura bizarra en Latinoamérica y, sin lugar a dudas, Hank. T. Cohen está a la cabeza de él.




Seguimos con nuestra colina flamenca favorita, Enerio Dima, autora de algunas novelas aquí mencionadas:
Mis mejores lecturas del año (o por lo menos, de las que más me acuerdo en este momento) han sido Botanic Time de Mercè Homar Mas y Pakminyó de Felicidad Martínez. El primero es una aventura al más puro estilo de películas como La Momia pero con un giro muy interesante: la búsqueda no es arqueológica sino botánica. Además, un detalle de la ambientación que me resultó muy curioso es que parece ambientado en el pasado pero, tras preguntarle a la autora, me confirmó de que nos encontramos en un futuro muy lejano tras una especie de apocalipsis. 
En cuanto a Pakminyó, yo llegué convencida de que estaba ante una novela de fantasía normal y corriente y me encontré un mundo que funciona mediante comunas mágicas en el que no tener conexión te excluye automáticamente de la sociedad. Hasta ahí tenían mi curiosidad, pero cuando aparece el concepto de “sapiencia”... ¡ya no pude dejar de leer!




Nahikari Diosdado, una persona estupenda y resuelta (que por cierto, tiene un Patreon) continua: 

2019, por desgracia, ha sido un año en el que no he leído mucho. ¡Cosas que pasan! A veces la vida (y la falta de ganas o tiempo) te atropellan, así que, si eres como yo, no pasa na'. Los libros siguen ahí. A riesgo de repetirme como el ajo, porque sé que muchísima gente la recomiendo, mi mejor lectura del 2019 ha sido La compañía amable, de Rocío Vega. Imaginad el poder que tiene este libro lleno de señoras guays y aventuras, que consiguió engancharme y que lo terminara. Recomendadísimo incluso cuando estás atascada como yo. O, precisamente, recomendadísimo si lo estás.



Ana Casanova aparte de una habitual en el blog, es la directora de Libros Prohibidos. Tiene clarísimo su libro favorito del año:

Lectura fácil, de Cristina Morales. Lectura fácil trata de cuatro jóvenes comadres, todas ellas con diversos grados de discapacidad, que comparten un piso tutelado en la Barcelona actual. Se trata de un ejercicio impresionante de destrucción creativa, un libro acerca de danza, cuerpos, sexo, capacidad, capacitismo institucional, libertad, comunidad, insurrección.
Es una novela política y desafiante, que sale de las entrañas y reivindica la corporalidad tantas veces ausente en el debate político. Cada vez que alguien me lo permite, le leo en voz alta el monólogo de los anarquistas y cada vez lo encuentro certero y portentoso. Es una joya.



Guille Jiménez, autore de El demonio en el interior de Siriel y un genial ser humano, nos recomienda:

De este año me quedo con dos… ¿corrientes literarias? Que me están gustando mucho y espero ver más el año que viene. En fantasía, me quedo con Pakminyó, de Felicidad Martínez, una novela que sabe a anime y que está mucho más cargada de cosas interesantes y profundas de lo que parece. En fantasía cortita, me quedaría con El pacto, de Rocío Vega, una historia dulce sobre una pareja que se ve envuelta en un embrollo en su trabajo mercenario. 
La otra corriente es la romántica queer, de la cual me quedo con Life Underwater, de Matthew J. Metzger. Está en inglés, pero es una historia romántica entre un profesor de universidad que es un hombre trans musulmán con miedo al agua, y une doctorande de la universidad que le ayuda a superar esos miedos y le apoya. Como versión cortita y en español de esta corriente me quedo con el relato gratuito de Carmen Lunnely: Cuaderno de bitácora. Un romance adolescente entre una persona no binaria y un chico inseguro de cómo se va a tomar una cosa que tiene que confesarle…



Laura S. Maquilón, también conocida como Sierpe, sigue con las recomendaciones: 

Mi mejor lectura sin duda ha sido El cielo de piedra. El cierre de La tierra fragmentada me dejó con lágrimas en los ojos y el corazón en un puño, como llevaba haciendo Jemisin toda la trilogía. No es el mejor de los tres, pero es un digno final, coherente y con una crítica social feroz. También me han encantado Pakminyó, de Felicidad Martínez y Las mocedades de Rodrigo, de Almijara Barbero Carvajal. El primero tiene un worldbuilding espectacular, unos personajes muy cercanos y una historia también muy crítica en muchos aspectos. El retelling queer de El Cid, por otra parte, me ha hecho soltar unas buenas carcajadas, me parece una ucronía muy bien construida y una tragicomedia magníficamente tratada, estilo medieval incluido.




Eleazar Herrera, escritora de movidas, con libro nuevo recién publicado en la Editorial Cerbero, también viene a hablarnos de sus mejores lecturas: 

2019 ha sido el año de la experimentación. Como he leído de todo, me siento en la obligación de recomendar un libro de ficción y de no ficción, que casi ha ido parejo este año.
  • No ficción: Blood, Sweat and Pixels, de Jason Schreier. Porque también necesitamos que nos hablen de los fracasos, no solo de los éxitos o de los grandes sacrificios. Una mirada al desarrollo de videojuegos.Y El libro oculto de los animales, de Mercedes Bellido. Me flipa la simbología. Y ya está. <3 li="">
  • Ficción: costumbrista, Fresas Silvestres de Angela Thirkell. Muchísima elegancia. Un oasis de literatura inglesa entre tanta fantasía y ciencia ficción.
  • Fantacifi: The Black Tides of Heaven de J. Yang. Aunque forma parte de una trilogía, se puede leer de manera independiente. La recomiendo por su belleza, tanto narrativa como estilísticamente.




Bruno Puelles, escritor de dragones y naves espaciales, también tiene cosas que decir:

Este año he encontrado varias obras que me han gustado por razones distintas. En invierno leí Luna creciente, la tercera novela de la trilogía Luna de Ian McDonald; la disfruté tanto como las anteriores y quedé muy satisfecho con el final... pero, claro, solo la puedo recomendar a quienes hayan leído las dos primeras partes. En verano leí Estrómboli, de Jon Bilbao, y me impresionó su precioso y cuidado estilo. En otoño leí El día antes de la revolución, de Ursula K. Le Guin, de un tirón. Es uno de esos libros que antes de acabar ya sabes que vas a releer.




Y por último, pero no menos importante, Laura Morán Iglesias nos trae una recomendación sencilla y contundente (que por cierto), yo secundo:

La última mujer de la Mancha, de Enerio Dima. 




Os prometo, con la mano en el corazón, que no volveré a hablar de mejores lecturas hasta diciembre de 2020. Entierro aquí en este día los tops mejores libros del año para no volver a sacarlo hasta que el momento me sea propicio. Que me caiga un rayo si miento y me coma el mentón una cabra.
Quiero agradecer con un abrazo ofrendas a las autoras y autores que has accedido a participar en esto. Vuestro tiempo es un regalo. Y vosotros, lectores, habladme de vuestras mejores lecturas, aunque sea febrero. No me dejéis sin mi dosis hasta diciembre, por favor.

Antes de que te vayas. 


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